domingo, 30 de marzo de 2014

EmocionArte: 5 formas de relacionarte saludablemente con las emociones

¿Qué hago con esta envidia? ¿Cómo voy a manejar su pena? ¿Cómo lograr que el miedo no me paralice? ¿Y si no se le pasa el enfado? ¿Cómo haremos para no perder el entusiasmo? Considero que gestionar bien las emociones es todo un arte y como tal, añade belleza, color e intensidad a la vida. Es una maestría que se puede ir perfeccionando y la recompensa es siempre un mayor bienestar. 


Por si te pueden ser de utilidad, hoy te propongo cinco formas fáciles para relacionarte saludablemente con las emociones propias y ajenas. 

¡Anímate a EmocionArte!

El arte de reconocer las emociones:
Vivir conscientemente implica prestar atención a tu  entorno, tratando de entender al mundo que te rodea y también observar tu mundo interior de motivaciones, pensamientos, emociones y sensaciones. Cuanto más consciente seas, mayor capacidad tendrás para percibir las situaciones y elegir respuestas desde la libertad y la responsabilidad. Para mejorar en el arte de reconocer basta con parar tu actividad, de vez en cuando, hacer una inspiración profunda, generar un punto de observación objetiva preguntándote: ¿Qué estoy sintiendo? Y darte cuenta de si estás enfadado, triste, avergonzado, aburrido, contento, etc... No podrás hacerte cargo de tus emociones si antes no las descubres. En las relaciones igualmente es necesario el reconocimiento de la emoción del otro. Puedes buscar evidencias externas como gestos, palabras u otras expresiones emocionales y también mostrar tu interés preguntando directamente: ¿Cómo te sientes?  No es fácil ponerte en la piel de los demás pero con comprensión y compasión se aprende a integrar otros punto de vista.

El arte de aceptar las emociones:
No mejorarás la gestión emocional si al reconocer tus emociones o las de los demás, las juzgas negativamente y las censuras. Reconocer con respeto una emoción no significa dejarte capturar por ella. Tienes capacidad para ser testigo neutral y con esta disposición podrás obtener valiosa información para comprenderte y comprender a los demás, más y mejor. No te enfrentes a tu emoción,  permítele tomar espacio en tu conciencia. Reconoce y acepta también lo que sientes frente a la emoción que está viviendo el otro. Ábrete a esa experiencia por incómoda que te resulte Si ves que un amigo está enfadado contigo, por ejemplo,  no te servirá de nada negarlo por más desagradable o injusta que te parezca la situación. Necesitarás aceptar ese enfado para pasar a indagar sobre las razones que lo han generado. Es necesario aceptar los conflictos emocionales para poder acceder a sus raíces y buscar formas saludables y efectivas de resolverlos.  


El arte de regular las emociones:
Regular no significa reprimir sino manejar y dar dirección consciente a la energía emocional. En la relación con los demás significa ejercer un grado de influencia positivo en su estado emocional. Si eres capaz de mantenerte conscientemente centrado crearás una forma de resonancia empática que ayudará al otro a calmarse. Para entrenarte en este arte, cuando te sientas movido por una emoción pregúntate: ¿Dónde la siento? ¿En qué parte del cuerpo se está manifestando? ¿Siento esa zona cerrada, abierta, pesada, vacía, ligera, dolida, o…? No hay respuestas correctas. Se trata de tu propia experiencia. Lleva tus manos allí dónde sientas la emociones, permanece un rato con las sensaciones que te van viniendo y observa sus cambios mientras respiras pausadamente.

El arte de analizar las emociones:
Se trata de aprender a dialogar con tus emociones y a escuchar empática y activamente a los demás cuando te hablan de las suyas. Es aprender a unir el enfoque racional con la orientación emocional. Aquí tienes algunas preguntas útiles para formularlas cuando quieras practicar el arte de analizar emociones: ¿Qué valiosa información aporta esta emoción? ¿Qué enseña? ¿A qué dirección apunta? ¿Qué asuntos no atendidos pone de manifiesto? ¿En relación a que hechos y a qué interpretación de esos hechos se origina? Identifica las creencias que están detrás de esa emoción. Cuestionar su validez y su utilidad. Amplia tus puntos de vista y cambiar creencias limitadoras por pensamientos potenciadores.



El arte de crear positivos cauces de acción para las emociones:
La palabra emoción significa movimiento, energía en circulación que impulsa a la acción. Cada emoción tiene una demanda específica relacionada con la experiencia en la que se origina. Así que te será útil empezar por preguntarte: ¿Qué es lo que me está pidiendo hacer esta emoción? ¿Qué intento conseguir con este sentimiento? ¿Qué quiero que suceda?¿Qué elección puedo hacer ahora para encaminarme hacia el bienestar? ¿Qué cauces de acción puedo crear para liberarla y volver a sentirme en paz? Responde conscientemente a esa demanda y pasa a realizar la acción que consideres más adecuada. Uno de los errores más comunes es creer que la inteligencia emocional significa el desborde y la expresión inconsciente de instintos automáticos. La clave está en que la expresión de las emociones se haga de forma constructiva y eficaz. Con atención a los propios valores y objetivos, desde la honestidad, con responsabilidad y profundo respeto por la libertad de ser. De la misma manera puedes ayudar a otros a expresar sus emociones. La clave está en aprender a escuchar y comprender sus intereses y necesidades y compartir, si así te lo ha pedido, sugerencias y soluciones creativas que honren su libertad y respeten sus motivaciones.

Practicar estas cinco competencias emocionales te ayudará a desarrollar más inteligencia emocional y eso significa aprender a ser más feliz. Vivir plenamente tiene mucho que ver con  EmocionArte.

Gracias por leerme. Abrazos y hasta pronto.



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"En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.(“Lo que el corazón quiere contemplar”) 

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lunes, 24 de marzo de 2014

Vivir, amar, aprender y contribuir:: Cómo mantener tu equilibrio vital

En los antiguos barcos de madera, la operación de la carga constituía una tarea delicada pues de la distribución correcta del peso dependía la velocidad y la facilidad de gobierno de la nave durante la travesía. Esa mercancía significaba comercio, subsistencia o botín en abordaje de aventura así que había que contar con ella en el viaje. Y es que en barcos como en la vida, la forma en que gestionamos lo que llevamos encima tiene mucha importancia. Por mucha lona de sueños que nos atrevamos a desplegar, habremos de atender las bodegas, buscando el equilibrio que mantenga a nuestro navío, con un adecuado centro de gravedad.

Para favorecer esa estabilidad entiendo que es muy saludable hacer una parada reflexiva, de tanto en tanto, para ver si se están desarrollando armónicamente todas las facetas de nuestra vida. Así que hoy te propongo un ejercicio, en cuatro pasos, para facilitarte esta labor de observación. 

Primer paso: Ten en cuenta las cuatro áreas vitales que, según Steve Covey, están en la base de la realización humana: “Vivir, amar, aprender y contibuir o dejar un legado”.

Segundo paso: Descubre cuál es tu situación actual en cada una de esas áreas:

Vivir: Aquí entra todo lo que respecta a la propia supervivencia, salud, vivienda y economía. ¿Cómo está tu energía física? ¿Cuidas tu salud? ¿Te sientes en forma? ¿Tienes estabilidad económica? ¿Estás a gusto en el lugar en el que vives? ¿Está bien atendida esta área?

Amar: Abarca todo lo relativo a autoestima, relación con los demás, gestión de emociones, sentido de pertenencia, amar y ser amado. ¿Estableces relaciones satisfactorias? ¿Cultivas una visión positiva de ti mismo? ¿Disfrutas colaborando con otros? ¿Te apoyas en la consecución de tus sueños? ¿Estás cuidando bien esta área?

Aprender: Se refiere a todo lo relacionado con la capacidad de aprender y desarrollarse. ¿Aprendes, creces? ¿Te gusta tu trabajo? ¿Desarrollas más habilidades o te sientes estancado? ¿Qué nuevas actividades has realizado últimamente? ¿Atiendes tu curiosidad? ¿Estás cultivando bien esta área?

Contribuir o dejar un legado: Aquí se incluye el mundo de los valores, el sentido de la propia vida, la coherencia y la ética personal. ¿Cuentas con un claro sentido de la dirección y el propósito de lo que deseas realizar en tu vida? ¿Sabes lo que es realmente importante para ti? ¿Actúas en coherencia con esa escala de valores? ¿Conoces y aprecias tu aportación? ¿Estás dedicando suficiente atención a esta área?

Tercer paso: Evalúa del uno al diez el estado actual de cada área. ¿Alguno de los cuatro aspectos está especialmente descuidado o favorecido? Las cuatro facetas de la vida están relacionadas y se influyen unas a otras. De manera que es importante buscar armonía y equilibrio entre ellas.

Cuarto paso: Pregúntate qué está en tu mano hacer para mejorar al menos un punto en cada una de las áreas o en las que más lo necesiten. Y organiza tu agenda para incluir estas nuevas tareas y actividades.

Con este ejercicio consigues sincronizar tu vida con una idea de “norte” personal,  una visión global de autorrealización que supondrá un objetivo claro y profundo. Cada vez que tomes decisiones importantes o se presenten ante ti nuevos caminos y alternativas, puedes pensar en estas cuatro áreas y preguntarte cómo les afectará lo que determines hacer. Y de tanto en tanto repasarás la situación de tus “bodegas” para ver que tu atención y tus energías se estén repartiendo equilibradamente en todas las facetas importantes de tu vida.

Por último, como ejercicio complementario de centramiento, te propongo el que aparece en el cap. 11, sección InspirAcción, de mi libro “Lo que el corazón quiere contemplar” y que puedes leer a continuación o escuchar en formato audio:

“Busca un lugar tranquilo, cierra los ojos y toma conciencia del ritmo de tu respiración. Luego lleva tu atención al centro energético de tu corazón, y con cada respiración imagina que entras en sintonía con la amorosa vibración de ese círculo cordial. Después de un rato haciéndolo así, recita en silencio, y con convicción, la siguiente intención dedicada a todo lo que quiere jugar a ser en tu experiencia vital:

Tomo conciencia de lo que soy y, en el espacio y el tiempo, mis movimientos lo manifiestan.

Entro en sintonía con lo que mi corazón quiere contemplar y en coherencia total, mi huella dibuja el mandala de mi propósito vital.
Danzando así, en mi conciencia de ser, se reflejan tres círculos de plenitud: el círculo espiritual, el círculo del corazón y el círculo vital. En el primero, brillo en paz; en el segundo, alumbro con amor; y en el tercero, ilumino desde la alegría, la gratitud y el ánimo de celebración.

Después, haz lo que tengas que hacer manteniéndote en la vibración de esos tres círculos. Empieza buscando, en la circunstancia que afrontes, algún motivo de celebración y, por pequeño que sea, siente gratitud. Luego disponte a vivir esa situación con alegría de ser; afrontándola, en la medida que te sea posible, con ternura, sencillez y sentido del humor. Abraza esa experiencia con todo el amor que logres sentir y siéntete en paz por haber puesto en este momento tu mejor voluntad."

Te sugiero poner en práctica esta meditación cada vez que adviertas incoherencia y desarmonía en tu interior o a tu alrededor.”

¡Feliz travesía! Gracias por leerme y hasta pronto.


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sábado, 15 de marzo de 2014

Doce actitudes para que tu vida "pinte" más feliz

Así como cada pintor se expresa a través de una determinada paleta de colores, cada persona colorea sus días en función de su talante. Eres el artista de tu vida. Puedes elegir tus tonalidades preferidas. Y por si decides poner aún más color a tu creación, hoy quiero compartir contigo una gama de actitudes que, según mi opinión, está en la base de una vida que “pinte” feliz y luminosa:


1.- Cuida la forma en la que ”etiquetas” las situaciones que afrontas. Nada es un obstáculo a menos que tú lo digas. Puedes utilizar un lenguaje que abra posibilidades. Buscar el significado que te ayude a seguir adelante y a ver oportunidades de aprender, crecer o ser más feliz.

2- Por poco que sea, valora lo que tienes y ponte en disposición de sacarle el máximo beneficio. Aún cuando lo que tengas entre manos sólo sea un fracaso, puedes preguntarte ¿para qué puede servirme? “La marea de cada día deja enla playa inesperados tesoros. A veces son restos de nuestros sucesivos naufragios y podemos transformarlos en material útil para nuevas travesías” ("Lo que el corazón quiere contemplar")

3.- Busca lo positivo de cada situación, persona o circunstancia. Si no puedes evitarlos disponte a encontrar la belleza de sus luces y sus sombras. Como poco supondrán posibilidades de ampliar tus puntos de vista y desarrollar tu paciencia. Lo que no puedas cambiar encuentra la forma de integrarlo con serenidad. Recuerda el valor de la diversidad. “Cuando decidas caminar un rato, hazlo observando tus movimientos. Así podrás comprobar que al andar das un paso en el vacio mientras con el otro te afirmas más. Y entenderás que sería imposible avanzar si no aceptaras experimentar esa porción de vacío. Toma conciencia, entonces, de que también en tu recorrido vital, la incertidumbre y la inestabilidad forman parte de tu proceso de evolución.” ("Lo que el corazón quiere contemplar")


4.-Incluye siempre, por seria que parezca la situación, una pizca de sentido del humor. Te será útil tanto en los éxitos como en los fracasos pues te ayudará a relativizar la importancia del momento y a reírte de ti mismo. “Empieza buscando, en la circunstancia que afrontes, algún motivo de celebración y, por pequeño que sea, siente gratitud. Luego, disponte a vivir esa situación con alegría de ser, afrontándola, en la medida que te sea posible, con ternura, sencillez y sentido del humor. Abraza esa experiencia con todo el amor que logres sentir y siéntete en paz por haber puesto en este momento tu mejor voluntad.” ("Lo que el corazón quiere contemplar")



5. Decide un buen comienzo cada amanecer. Abres los ojos. Comienza el día. Y elijes ver la vida como una oportunidad. Una oportunidad, ¿para qué? Tú decides. Quédate en silencio, deja que aparezcan respuestas y comprométete con ellas. Al hacerlo te estás marcando un rumbo y eso te ayudará a descubrir pronto y bien, como aprovechar tus circunstancias en función del sentido de tus respuestas.

6.- Procura clarificar, ampliar tu campo de visión y responsabilizarte de tu felicidad. Busca la forma de simplificar los problemas, céntrate en los hechos sin dejarte confundir con las interpretaciones de los mismos, huye de visiones catastróficas o idealizaciones y mantén la esperanza en la posibilidad de evolucionar, transcender los propios límites y encontrar nuevos caminos. Recuerda que más allá de cómo estén comportándose los demás tú puedes gestionar tu propio estado de ánimo. Practica ampliar tus puntos de vista: “Describe lo que ves cuando miras por encima de algunas circunstancias, actitudes y creencias: ¿Qué pensarías, sentirías y harías si no te pareciera imposible? ¿Qué acciones emprenderías si te sintieses libre? ¿Qué decisiones tomarías si supieras que vas a tener éxito? Alimenta tu espíritu con inspiradoras influencias. Elige lecturas, imágenes, compañías y experiencias que te ayuden a mantener tu ánimo en un positivo enfoque y una optimista expectativa.” ("Lo que el corazón quiere contemplar")

7.- Esfuérzate por pasar pronto de la preocupación a la ocupación. Mira al pasado solamente para aprender o agradecer. Cuándo aparezca preocupación por el futuro, busca en que ocuparte en el presente para que te acerque el mejor horizonte que puedas imaginar. Convierte pronto tus palabras en accionees y que sean los hechos los que hablen por ti. Busca coherencia entre lo que piensas, sientes y haces. No dejar que lo que no puedes hacer interfiera en lo que puedes hacer. Y paso a paso, con paciencia y perseverancia, sin prisas pero sin pausas, avanza manteniéndote fiel a ti mismo y a los sueños que alberga tu corazón. “Ver lo que tu corazón quiere contemplar tiene sobre todo relación con permitirte ser y con ampliar la conciencia de esa vida en expansión.” ("Lo que el corazón quiere contemplar")

8.- Aprende a ganar perspectiva ante las circunstancias. Valora el tiempo del que dispones y no dejes que pequeñas dificultades ocupen tu atención como si fueran grandes cuestiones. Te puede servir calcular el número de meses que has vivido y, tomando como referencia llegar a los noventa años, contar los meses que te quedarían por vivir. Por muy joven que seas sentirás el impulso de centrarte en tus prioridades y soltar todo lo que te distraiga de tu camino.

9.- Imagina, crea y permítete asombrarte. Cultiva tu curiosidad, mantente flexible al cambio y abierto al aprendizaje. “Encuentra las formas de expresión más adecuadas a tu proceso personal, procurando espacio para la inocencia, la espontaneidad y la creatividad. Por el simple deseo de jugar, prueba nuevas experiencias más allá de lo habitual. Y permítete asombrarte. Como sabe tu alma niña, aunque todo parezca igual, a cada instante, todo es diferente; y así visto, el presente resulta apasionante.” ("Lo que el corazón quiere contemplar")


10.- Recuerda que las actitudes son contagiosas. “Estés dónde estés y hagas lo que hagas, durante tu jornada, honra tu existencia y agradece el camino que te lleva, el sueño que te eleva y el alma que te anima. Contempla con consideración lo que a tu alrededor, por pequeño que sea, también sueña; y juega a transmitir confianza, compromiso y esperanza,” ("Lo que el corazón quiere contemplar")


11.- Comparte lo que ya eres, lo que sabes, lo que sientes y lo que tienes. “Aún cuando te encuentres vacío o creas que ya nada te queda, recuerda preguntarte: ¿qué es lo que yo puedo dar? Y organízate para entregar aquello que aparezca como respuesta. Confía en que haciéndolo pasarás de sentirte victima a saberte protagonista movido por la fuerza de tu espíritu, leal militante de la vida. Con esta actitud también estarás cultivando esa disposición de ánimo desde la que se puede contemplar los intereses de otros como tus propios intereses, y sentir el sosiego y la paz interior que proviene de la mutua colaboración.” ("Lo que el corazón quiere contemplar")

12.- Agradece, celebra y diviértete. Acostúmbrate a parar en tu camino para valorar el tramo recorrido y celebrar los logros. Asegúrate de mantenerte en disposición de disfrutar y abierto a recibir el presente que guarda cada instante. “Trocitos de sueños han logrado alcanzar su más elevada expresión y en tu conciencia de ser nueva vida puede ser honrada, admirada y celebrada. La intención de ese movimiento siempre es amor por la vida, amor por su expansión, amor por el proceso de creación, amor por la canción que canta cada corazón y por el canto común, canto en unión, al comprobar que todo puede ser permitiendo y colaborando a que todo lo demás también lo sea.” ("Lo que el corazón quiere contemplar")


Espero que te animes a poner en práctica estas sugerencias. Verás que, por muy gris que estés viendo tu vida en este momento, con estas pinceladas de actitud, lograrás que tome más color, brillo y profundidad.


Gracias por leerme. Un abrazo y hasta pronto.



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viernes, 7 de marzo de 2014

A preguntas inspiradoras, respuestas motivadoras

Me gustan las preguntas. Y me gusta el ejercicio de dejarlas caer al fondo de mi mente. A veces, sólo a veces, emerge una sorpresa en forma de respuesta.

Podría ir relatando el curso de mi vida por el tipo de preguntas que, en cada etapa, rondaban por mi cabeza.  O también por aquellas que no me atrevía a formular. Y por tantas otras que configuraron cambios importantes o dieron pie a un gran aprendizaje.

En mi labor como coach personal, he descubierto que a cada cual le inspiran preguntas distintas. Y que hay recodos de la propia vida en la que uno comprueba que las respuestas que atesora no le satisfacen y empieza a hacerse otras, cada vez más y más profundas, hasta tocar el fondo de su alma. He aprendido también  que cambiando el enfoque de las preguntas puedes modificar tu estado de ánimo. Y que según qué te preguntes abres distintos mapas mentales y se revelan nuevas rutas de acción.

Por unas cosas y otras, considero a las preguntas como valiosas herramientas de autoconocimiento transformador y hoy quiero compartir algunas de mis preferidas, además de contarte su particular utilidad. Te sugiero además que te hagas una tarjeta con las que más te gusten, añadas otras de tu propia cosecha, y las tengas a mano para usarlas cuando las necesites:

¿Qué puedo hacer, aquí y ahora, con los recursos que tengo? Pone el foco en lo que tienes y en las posibilidades de acción.

¿Lo que estoy pensando es un hecho o una suposición? Aporta claridad a tu mente y más objetividad a tu reflexión.

¿Dónde está el lado positivo o qué nuevas posibilidades aparecen con esta situación? Te ubica en una actitud constructiva e introduce nuevas perspectivas

¿De dónde viene esto, que hay detrás  de esta idea, emoción, actitud, etc…? Eleva el nivel de comprensión

¿Quién soy yo más allá de este problema? Amplia el contexto de observación.

¿Cómo puedo aprovechar esto? ¿Qué puedo aprender? ¿Cómo puedo utilizarlo en mi beneficio? Ubican en una actitud de responsable efectividad.

¿Qué hay de maravilloso en el día de hoy? ¿De qué me siento agradecido? Ponen la atención en la valoración del momento presente.

¿Qué estoy sintiendo? ¿Dónde lo siento? ¿Cómo lo siento? Fomenta la consciencia corporal y emocional.

¿Qué puedo hacer para sentirme mejor? Impulsa a buscar soluciones.

Suponiendo que fuera verdad todo lo contario ¿qué podría suceder? Amplia el campo de visión y equilibra los puntos de vista.

¿Para qué hago lo que hago? Ayuda a recordar los objetivos y el sentido del propio caminar.

¿Por qué no? Amplia los esquemas mentales.

¿Qué me pasa con lo que me pasa? Conecta con la capacidad de autoobservación.

¿Qué es lo que puedo dar, y al darlo, en vez de quedarme con menos, sentirme más pleno? Promueve un sentido de abundancia.

¿Qué es lo que mi corazón quiere contemplar? Ayuda a tomar consciencia de los sueños que el corazón alberga.

Si quieres conocer más preguntas inspiradoras que te ayuden a generar respuestas motivadoras, te invito a visitar el tablero Pinterest “Tú respondes y a consultar el apartado InspirAcción de cada capítulo de Lo que el corazón quiere contemplar.

Para acabar, una interesante cita de George Bernard Shaw: “Algunos hombres ven las cosas como son y preguntan ¿por qué? Yo sueño con cosas que nunca fueron y me pregunto ¿por qué no?" 

Gracias por leerme. Abrazos y hasta pronto.


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Puedes leer fragmentos o el libro completo, escucharlo en audio, descargar en ebook, todo gratuitamente aquí.