lunes, 28 de abril de 2014

Seis regalos que llegan al corazón

Hubo un momento en mi vida en que me sentí desplazada en medio de un contexto social nuevo; creyéndome invisible y algo ansiosa por captar la atención, a la vez que dudando de si era acertado estar allí.

Entonces recibí uno de los regalos de los que hoy quiero hablarte. Alguien me vió y me dio la bienvenida. Así de fácil. Se acercó a mi sonriendo, me dio un abrazo y se encargó de presentarme al resto del grupo. Me sentí aliviada, en paz conmigo misma y con el entorno, centrada y un poco como “en casa”.

¿Imaginas que estupendo sería que cuando llegáramos nuevos a un grupo, a un trabajo o a un país siempre hubiera alguien dispuesto a darnos un recibimiento así?

Es un obsequio que también he aprendido a regalármelo a mi misma. Y siempre tiene efectos positivos y relajantes. En “Lo que el corazón quiere contemplar” lo sugiero como una práctica: “Soy parte de la vida. Aquí y ahora tomo conciencia de su abundancia y poder creador." Juega a recitar esta frase cada mañana cuando te despiertas, al momento de poner tus pies sobre el suelo. Y hazlo sabiéndote vida en su infinita aventura de expansión.


En otra ocasión, me estaba sintiendo vacía, sin ideas, mediocre, hasta un poco avergonzada pensando que nadie me valoraba y que era fácilmente reemplazable.

Entonces recibí un correo electrónico expresándome agradecimiento por mi valiosa colaboración. Recordé el asunto motivo del mensaje y me sentí satisfecha, motivada y llena de energía.  Volví a confiar en mi creatividad.

A partir de entonces, por si acaso a nadie se le ocurre regalarme su agradecido reconocimiento, de vez en cuando me escribo una carta a mi misma expresando todo aquello por lo que puedo sentirme valiosa. Esa carta siempre la empiezo recordándome que sólo por ser una pieza única en este taller de obras de arte de la vida, ya soy valiosa.

¿Cómo crees que cambiaría el estado de ánimo del mundo si expresáramos, más a menudo, reconocimiento y gratitud por las cosas bien hechas?


También en mi libro propongo otra práctica que ayuda a recordar a esas personas que merecen especial consideración: “Anota todo lo que descubras que, formando parte de tu experiencia, está colaborando a que puedas avanzar en tu camino y disfrutar de esa vivencia. Juega a bendecir todo elemento incluido en esa trama existencial; es decir, nómbralo con estimación y hónralo dándole reconocimiento en tus anotaciones. Hazlo así hasta sentir que estás abrazando tu presente con entusiasmo y gratitud. Y vuelve a esta actividad cada vez que tu atención solo esté teniendo en cuenta algún tipo de carencia o insatisfacción.”

Otro día, en una conversación con alguien muy versado en la materia que tratábamos, más preparado que yo y con mucha más experiencia, me sentía inferior, pensaba que no merecía estar ahí y que mejor hablar lo menos posible para que mi interlocutor no creyera que le estaba haciendo perder el tiempo.

En esta experiencia recibí el regalo del respeto. Y me sentí tan atendida y considerada, tan contenta de ser aceptada tal y como era que decidí aprender a dar lo mismo a los demás, estando más presente para ellos. Y también procurármelo a mi misma, buscando tiempo para la escucha interior y la meditación. El respeto lo entiendo como ver y apreciar al otro en su calidad de ser humano, valorándolo por sí mismo como una persona diferente, digna de ser escuchada y atendida en su particular forma de ser.

En otra ocasión, tras haber mostrado una actitud de la que no me sentía orgullosa, temía ser rechazada y me notaba insegura e incómoda ante un grupo de personas que eran muy importantes y significativas para mi.

Esa vez me regalaron una segunda oportunidad. Y tras escuchar esas palabras en las que se me recordaba que seguía perteneciendo al grupo, que continuaban confiando en mi y que merecía su apoyo, me invadió un sentimiento de lealtad, entrega y gratitud.

Tras esta experiencia decidí guardar siempre en el bolsillo del corazón, un puñado de segundas oportunidades, para tenerlas a mano, sea para cuando yo misma tropezara o para cuando alguien querido hubiera fallado en algún intento. Es un regalo sencillo. Solo se necesita reunir un poco de confianza, compasión y optimismo y entregar el paquete envuelto en palabras amables y una actitud honesta de apoyo, que invite a volver a empezar.

También, cuando alguna parte de mi se encuentra desanimada, realizo una visualización incluída en “Lo que el corazón quiere contemplar” con la que me doy aliento y ánimo para seguir avanzando más allá de las caídas. Te invito a escucharla.




Ya ves, cinco regalos sencillos y a tu alcance, que llegan al corazón y mejoran el ánimo y la autoestima. Pero todos estos obsequios que son, tal como yo los veo, formas de amor, toman aún más brillo si se apoyan en un sexto presente: la escucha atenta y personalizada. Una anécdota que cuenta Osho y transcribo a continuación te ayudará a entender lo que quiero decir:
“Jorge y su hija pequeña Mati fueron a dar un paseo al parque de atracciones. En el camino se detuvieron a darse una comilona. Una vez en la feria se acercaron a un puesto de perritos calientes y Mati dijo:
- “Papi, quiero...”. Jorge le interrumpió y le atiborró de palomitas.
Al llegar al puesto de los helados Mati volvió a gritar:
- “Papi, quiero...”. Jorge le volvió a interrumpir... pero esta vez dijo:
- “¡Quiero, quiero!”
- "Ya sé lo que quieres, ¿un helado?"
- "No, papi", suplicó. "Quiero... vomitar"

Así  que los regalos que te propongo son seis: Escuchar atentamente, dar la bienvenida, dar reconocimiento y gratitud, dar respeto y dar una segunda oportunidad.  No los venden en los grandes almacenes porque son de fabricación casera y tienes todo lo necesario para crearlos. Puedes combinarlos entre si y aún adquirirán más valor. No pasan de moda y sientan bien a gente de todo tipo, talla y condición. ¿Aún sigues pensando que no sabes que regalarle a …? :0)

Gracias por leerme. Hasta pronto.


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"En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.(“Lo que el corazón quiere contemplar”) 

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sábado, 19 de abril de 2014

Nueve estrategias para afrontar con éxito los fracasos

Existieron dos tradiciones artesanales que me encanta recordar, cada vez que meto la pata en algo o las cosas no salen como esperaba.

Una viene de Oriente Medio y habla de cómo, bajo la dirección de un maestro tejedor, grupos de personas tejían a mano delicadas alfombras. Como tales artesanos trabajaban viendo el reverso de la pieza, no era raro que alguno cometiera un error y entretejiera un color que no correspondia al diseño. Cuando ocurría así, el maestro no ordenaba desbaratar la trama, sino que buscaba la manera de armonizar el error con el resto de la pieza.

La otra tradición se daba en Japón y explica cómo se restauraban las cerámicas rotas. Consideraban que si algo habia sufrido un daño y tenía una historia, se volvía más bonito así que enaltecían la zona dañada rellenando las grietas con oro. El resultado era que la cerámica no sólo quedaba reparada, sino que era aún más fuerte y más valiosa que la original.


El ejemplo de estos artesanos me ayuda a recordar que es posible aprovechar los errores que cometo, entretejiéndolos ventajosamente en la trama de mi vida. Y que, poniéndole paciencia y amor, puedo recomponerme tras los quiebres y salir fortalecida. Con ellos también aprendo que a la mayoría de problemas se les puede encontrar su lado bueno.

Apoyándome en estas reflexiones, hoy quiero compartir contigo, las ocho estrategias que mejores resultados me dan, al momento de afrontar los llamados “fracasos”:

1.- Toma la vida, ya por adelantado, como una continua posibilidad de disfrutar aprendiendo, en creativa evolución. Igual que los tejedores de alfombras, tú tampoco ves toda la trama de la vida. Solo tienes una visión parcial desde la ventana de tu individualidad. Así que, a veces, te vas a encontrar con sorpresas y la vida no va a resultar, lo entiendas o no, como tú esperabas. Y quizás los demás consideren equivocada tu labor. Forma parte de la aventura. “Para volar hay que amar el viento”.

2.-  De vez en cuando, haz un alto en el camino y mira el dibujo del tramo recorrido. Quizás compruebes que la maestra tejedora que es la vida ha hecho alguna maravilla y lo que, en su momento, te pareció una equivocación, ahora puedes verlo como un punto de inflexión positivo en tu trayectoria vital.

3.- Desarrolla un concepto de éxito que esté bajo tu control y en coherencia con tus valores. Es decir, concéntrate en disfrutar y aprender mientras intentas dar lo mejor de ti mismo, en un desafío de superación personal, sin compararte con otros o tratar de responder a las expectativas que los demás tienen sobre ti. Aprende de los maestros artesanos que valoraban cada alfombra y cada vasija en si misma. Más allá de hilos equivocados o roturas, ellos buscaban hacer algo aún más fuerte, más bello y más valioso.
4.- Prepárate para perseverar y gestionar la frustración.   Igual que cuando aprendiste a andar o a hablar, en muchos otros momentos de tu vida, tendrás que intentarlo muchas veces y de muchas maneras para alcanzar tus objetivos. Y eso significa tener que encontrarte con decepciones y frustración. Tómalo con calma, siente esas emociones, haz deporte para aliviar la tensión excesiva, date tiempo para reflexionar sobre lo sucedido, recuerda para que haces lo que haces y transforma lo que te quede de rabia en coraje para seguir intentándolo. No tires tu vasija ni tu alfombra a la primera grieta o puntada equivocada que descubras.

5.- Si te las piden, haz críticas constructivas y ábrete a escuchar sugerencias positivas que te permitan mejorar. Pero recuerda que sólo tú puedes comprender en profundidad los motivos que te llevan hacia tus objetivos y el esfuerzo realizado para tratar de alcanzarlos. Por lo tanto, recibe las opiniones ajenas como limitados puntos de vista sobre tu experiencia. Y por la misma razón, abstente de criticar la trayectoria de los demás. No obstante, te puede resultar muy útil observar ejemplos de superación personal o descubrir como otros han desarrollado formas creativas de afrontar sus equivocaciones.

6.- Relativiza la importancia de lo sucedido y encuentra la manera de reírte de ti mismo. Aunque no te lo parezca, eso también pasará. Aunque no lo creas, los demás tienen sus propios problemas y no van a estar siempre atentos a tus fallos. Aunque lo veas imposible, en algún momento de tu vida puede que hasta veas positivo este conflicto. El sol saldrá de nuevo mañana. Y tú volverás a sonreir aunque ahora te inunde la vergüenza, la tristeza o la rabia. Además, para equilibrar el foco de tu atención y no dejar la balanza solo con el peso del error, puedes hacer una lista de todo lo que sí has logrado últimamente, lo que has superado, lo que has aprendido y después de reflexionar sobre todo ello, escribe sobre lo que no has logrado y es ahora tu motivo de frustración.  Lo podrás observar con más objetividad y con un estado emocional más equilibrado.

 7.- Revisa lo que has aprendido y cómo has crecido con la experiencia. Como poco habrás avanzado en autoconocimiento y quizás hayas podido descubrir en ti, cualidades que no sospechabas. Quizás has tenido que desarrollar la creatividad como los maestros tejedores o hayas tenido que poner mucha paciencia y echar mano de tus recursos más valiosos para restaurar, como los maestros japoneses, tu agrietado corazón. Recuerda también que tus experiencias, si quieres compartirlas,  quedarán disponibles para que otros puedan aprender de ellas, al igual que tú mismo aprendiste de los procesos de los demás. 

8.- Una vez analizado el asunto y aprendida la lección, mira hacia adelante. Aunque sea de otra manera o por otros caminos puedes seguir intentándolo, sin dejar que el miedo a volver a equivocarte te paralice. Recuerda la satisfacción de aprender y acepta que eso implica que en algún momento tuviste que percatarte de tu ignorancia. Una nueva oportunidad te está esperando y ahora estás más preparado.


9.- Renueva la confianza en ti mismo.  "Más allá de tu apariencia y logros actuales, confía en que en tu naturaleza está la sabiduría y los recursos para desplegar todo tu potencial. Para afirmarte en esa frecuencia de vibración, con convicción, recita la siguiente aseveración: Soy parte de la vida. Aquí y ahora tomo conciencia de su abundancia y poder creador. Juega a recitar esta frase cada mañana cuando te despiertas, al momento de poner tus pies sobre el suelo. Y hazlo sabiéndote vida en su infinita aventura de expansión." (Lo que el corazón quiere contemplar)

Descubrir, sorprenderte, experimentar, aprender, expandirte y transformarte es parte de la apasionante aventura de vivir. No hacen falta anestesias para el camino aunque si vale la pena tener siempre a mano, como los maestros artesanos, una mirada creativa para ir más allá de la visión convencional de lo que debería ser, y los hilos de oro del afecto y la apreciación para restaurar los vínculos rotos. 

Gracias por leerme Hasta pronto.


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Puedes leer fragmentos o el libro completo, escucharlo en audio, descargar en ebook, todo gratuitamente aquí.
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domingo, 13 de abril de 2014

¿Victima o protagonista? 9 claves para mantener un consciente liderazgo de tu vida

Desde que me recuerdo, me entusiasman las crónicas de superación personal. Esas historias en las que el protagonista, en medio de difíciles circunstancias, saca fuerzas y habilidades insospechadas, creciéndose ante la adversidad. También me encantan las historias cotidianas en las que, sencillamente, la gente, aún sin tener que afrontar enormes retos, aprende y evoluciona. Y es que sean grandes o pequeños los desafíos, me gusta percibir la vida como una oportunidad de transformación creativa: Tomar consciencia del potencial de vida que soy y favorecer su expansión siguiendo una inspiración interior, desde la paz y la alegría de ser.   

En mi libro “Lo que el corazón quiere contemplar” hablo, utilizando un lenguaje metafórico, de mi propio viaje interior. Un recorrido en el que aspectos de mi que aún no habían podido ser, encuentran cauces de expresión. En cada capítulo voy desde la limitación hasta la libertad de ser. Desde la posición de víctima a la de protagonista. Tan es así, que ese movimiento se ha convertido en una profunda motivación y en mi labor profesional como coach: Ayudar a otros a ser conscientes, responsables y felices protagonistas de su propia vida.
Ver lo que el corazón quiere contemplar tiene relación con permitirte ser y con ampliar la conciencia de esa vida en expansión.” (Lo que el corazón quiere contemplar)
Desde mi punto de vista, ese protagonismo implica una cierta autonomía emocional y un punto de equilibrio en el que te puedes sentir uno con todo y, a la vez, hacerte responsable de tus propios pasos. Algo que se puede aprender y cultivar. 

En el post de hoy te propongo 9 claves para mantener un consciente liderazgo de tu vida:

Respeta tu propio criterio. Si tomas las opiniones de los demás como verdades  absolutas y fundamentas tu autoestima en las observaciones ajenas, pones tu estabilidad emocional en manos de otros. Cultiva la reflexión, la intuición, la meditación y la consciencia corporal y deja de dar excesiva validez a los juicios que ajenos. Recuerda que las opiniones son simples interpretaciones de hechos en función de los valores, los propósitos y las limitaciones del opinante.

Toma consciencia de tus cualidades y habilidades. Reconoce tus dones además de tu capacidad para expandirlos y compartirlos. Eso te ayudará a salir de sensaciones de carencia y  a dejar de creer que son los demás los que tienen lo que necesitas para sentirte bien. Vive desde la percepción de interdependencia, entramado existencial en el que se comparte, se apoya, se acompaña, se colabora, pero no se depende. Busca en tu pasado experiencias en las que fuiste capaz, recuerda momentos en los que encontraste fuerzas insospechadas y repasa con frecuencia lo que ya eres, lo que sabes, lo que tienes y lo que puedes dar para promover sentimientos de abundancia y agradecimiento.


Cuestiona tus creencias. Eres responsable de tu manera de ver la vida y puedes cambiar tu forma de pensar. Descubre tus creencias limitadoras, cuestiónalas y transfórmalas en creencias generadoras de poder. No te dejes bloquear por pensamientos anticipatorios catastróficos. Párate y pregúntate si lo que estás pensando es un hecho o una interpretación, si hay otras posibilidades de entenderlo y en qué recursos personales puedes apoyarte para afrontarlo con más serenidad. Utiliza tu imaginación para realizar visualizaciones positivas. Concéntrate en lo que quieres que ocurra.

Aprende a gestionar tus emociones para no sentirte atrapado por ellas como si fueran algo permanente que te constituye. Recuerda que eres la persona capaz de experimentar sentimientos que van y vienen y puedes aprender a disciplinar tu atención para concentrarte en lo que consideres adecuado. Vivir implica emocionArte. Cultiva el arte de reconocer, aceptar, regular, analizar y crear positivos cauces de acción para tu energía emocional. Detecta la insatisfacción en tu interior pero no te atasques en la queja o la culpabilización sino más bien, busca pronto la forma de salir de la frustración, responsabilizándote de tu bienestar emocional.
"No puedes evitar que aves de tristeza vuelen sobre tu cabeza; pero sí puede evitar que aniden en tu pelo" (Proverbio Chino)
Valora tu capacidad de aprender. Disfruta de tus logros viéndolos, no como tu identidad, sino como expresiones de tu continuo proceso de evolución. No eres un éxito o un fracaso sino una persona capaz de aprender, transformarse y crecer. Vive tus aprendizajes como un proceso de superación personal y procura no caer en comparaciones ni intentar ser alguien que no eres. Céntrate en tus sueños, tus objetivos y los caminos que te acercan a ellos. Eso también es colaborar con la vida, en su creativa expansión y por lo tanto, es también colaborar con todo lo que forma parte de esa vida, haciendo tu particular aportación.


Acostúmbrate a priorizar según tus valores y objetivos y actúa en consecuencia. Sólo tú eres responsable de dónde aplicas tu energía y como organizas tu tiempo. Está en tu mano favorecer tu equilibrio vital. Cuando descubres un escape en alguna de las tuberías de agua de tu casa, inmediatamente le pones arreglo tapando el agujero. De la misma manera puedes poner límites para evitar dispersarte o vivir como urgente lo que sólo es así para otros.

Atiéndete, cuídate y apóyate, como lo haces con tus seres más queridos. Así también podrás responder a la vida con todo tu ser, tus dones y la abundancia que puedas compartir con los demás. Incorpora a tu vida hábitos saludables. Empieza observando tus costumbres, haz una lista de los que consideras que son tus hábitos negativos y el precio por sostener a cada uno de ellos. Al lado escribe cómo podrías transformar ese hábito en positivo, o qué vas a hacer para cambiarlo. Para cada uno podrías trazar un plan de acción que por lo menos tuviera cuatro acciones posibles. Después sólo te queda empezar y perseverar con disciplina, recordando que estás esforzándote para alcanzar tus objetivos y para disfrutar más por el camino.
"Ganas fuerza, coraje y confianza  con cada experiencia en la que realmente te detienes a mirar al miedo en la cara. Debes hacer aquello que crees que no puedes hacer." (Eleanor Roosvelt)
Decide por ti mismo asumiendo los riesgos y responsabilizándote de las consecuencias de tus actos. Aceptando lo que hay, lo que tienes, lo que sabes, como punto de partida para ese ejercicio de creatividad que es vivir, en continua transformación. Realiza pedidos efectivos a los demás y mantente receptivo a lo que puedes aportar tú para colaborar con tu entorno. Avanza por la vida aceptando la incertidumbre y el vacio que implica dar un paso tras otro, junto a la estabilidad y la plenitud que igualmente puedes experimentar. Elije las actitudes que te ayuden a mantener tu autoestima y a conectar con los valores profundos que te pueden guiar en la acción. Recuerda tu libertad inviolable de actuar según tus principios

Por último, y apoyándome en un párrafo del libro, te animo a confiar en la vida y en tu fortaleza interior: “Por pertenecer a la vida podrás contar, en todo momento, con la fuerza de tu espíritu. Es una cualidad que si confiamos en ella todos podemos manifestar. Y consiste en saber encontrar algo que dar cuando parece que ya nada nos queda; y, dándolo, encontrar una puerta de salida al drama y a la adversidad. Suele ser hermosa la manera en que toma forma y presencia este poder, pues todo empieza con una pequeña decisión, un primer paso, algo sencillo pero que finalmente resulta ser la entrada a la alegría de vivir, porque la propia vida ha encontrado su rumbo verdadero. En esos momentos también podemos aprender que, para comprender la vida, primero hay que amarla. Y que hay que creer para ver, pues con fe los ojos nos mostrarán lo que nuestro corazón quiere contemplar.”

Ánimo, eres el héroe de tu propia vida, (como decía Benedetti) “del trocito de hazaña que nos toca cumplir”. Disfruta de tu aventura. Gracias por leerme y hasta pronto.



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Ahora, a tu alcance, un apoyo para el despertar de tu consciencia: “Lo que el corazón quiere contemplar” Un libro, para  leer y practicar, que expandirá tu poder creador y promoverá la conexión con la inteligencia de tu corazón. 

Puedes leer fragmentos o el libro completo, escucharlo en audio, descargar en ebook, todo gratuitamente aquí.