miércoles, 28 de enero de 2015

Cinco pasos para establecer límites saludables

Hace unos días, una persona de probada actitud solidaria, me explicó su decepción ante el comportamiento desagradecido y exigente de algunos vecinos a los que venía ayudando. Había llegado a la conclusión de que no sabía poner límites pues con frecuencia se sentía poco respetada. Desde un punto de vista espiritual creía que todos somos uno pero, aquí y ahora, veía que se perdía a sí misma en su entrega a los demás.  Le propuse que, mientras conversábamos, fuéramos completando un puzle pues es un juego que evoca la doble perspectiva de lo individual y lo total y podía inspirarnos en el tema que me proponía.

Después de un rato, con una gran sonrisa en el rostro, exclamó: “Creo que he comprendido algo importante. Para poder colocar en su lugar una pieza del puzle y que pueda hacer su aportación al conjunto, hay que tener en cuenta su contorno y el dibujo de su superficie. De la misma forma, para mantener relaciones equilibradas en mi vida y disfrutar compartiendo, he de saber lo que soy y lo que quiero.” Me pareció una excelente reflexión que dio pie a otras interesantes consideraciones. Acabado el encuentro y tomando como base el contenido de esa conversación escribí el artículo que ahora comparto contigo, entendiendo que saber poner límites saludables es una de las claves que facilita tanto la autorrealización como la buena convivencia.

¿A qué me refiero cuando hablo de límites?

Desde un punto de vista existencial, considero que un límite es una línea que puedes establecer para diferenciar lo que eres y lo que quieres de lo que no eres y no quieres. Es una frontera que, una vez definida,  preserva la integridad de lo que abarca y muestra hasta dónde, una incursión en tu espacio personal, es considerada respetuosa o invasiva.

Por otra parte, hay márgenes que quedan definidos por la cultura, las creencias, las costumbres sociales, los prejuicios o las rutinas y muchas veces son de utilidad pero también pueden convertirse en una prision. Es decir que algunos límites los percibirás como obstáculos a superar y otros como lindes a consolidar. En cualquier caso son valiosos instrumentos para apoyar tu evolución y puedes aprender a usarlos con eficacia.

En artículos anteriores (Cambiar el paso a la rutina”, “Sugerencias para fluir sin resistencia en la espiral del cambio” y “Reciclándote: Sietepasos para favorecer cambios positivos en tu vida), te he ofrecido ideas y ejercicios para ir más allá de los contornos limitadores y expandir tu potencial. Aquí voy a centrarme en cómo desarrollar la habilidad para poner buenos límites y hacerlo  consciente y responsablemente:

1.- Límite de bienestar: Con frecuencia decidimos poner fin a una situación cuando ya no podemos más. Entonces, saturados y casi siempre enojados, decimos ¡basta!, pero no hay por qué llegar a ese extremo. Puedes aprender a ser consciente de tu límite de bienestar en vez esperar a sentirte desbordado en tu límite de tolerancia. Descubrir hasta dónde te sientes bien con una situación es algo muy distinto a percibir el momento en el que ya no puedes soportarlo más. Por ejemplo, si te pido prestada una prenda de vestir quizás te sientas bien dejándomela para un día concreto (tú límite de bienestar) pero no más, así que tendrás que dejar clara la fecha en la que quieres que te lo devuelva.

 2.- Revisión de situaciones: Responder a las siguientes preguntas puede ayudarte a descubrir situaciones en las que quizás estás alejándote de tu límite de bienestar. ¿Tienes la sensación de que pierdes el tiempo o dejas que te lo roben? ¿Entregas demasiada energía a relaciones que te aburren? ¿Cargas con responsabilidades que no te corresponden y que te impiden atender otros asuntos prioritarios para ti?  ¿Te sientes poco respetado? ¿Dejas que otros decidan por ti, o te dejas llevar por la corriente y luego te sientes culpable? ¿Haces cosas que no quieres hacer pero las usas como excusa para no enfrentar miedos o realidades que te asustan? ¿A quién o en qué situaciones no te atreves a decir “no”? ¿En qué áreas de la vida te sucede algo de todo esto? ¿En qué asuntos en concreto? ¿Con qué personas? Teniendo en cuenta tus respuestas, elige uno de los asuntos en el que te parezca importante poner límites,  comprométete a pasar a la acción y empieza poco a poco llevando a la práctica las sugerencias que te explico en este artículo.. (También te será útil consultar: Cómo dar más vida a tu tiempo y ganar mástiempo para tu vida”, “¿Víctima o protagonista?)

3.- Miedo a las consecuencias: Es fácil que al pensar en explicar tus condiciones, aparezcan algunos temores. Pero no poner un límite por evitar un conflicto supone generar un conflicto en tu interior. Es necesario asumir que no siempre tendrás la aprobación de los demás ni su comprensión. Si el miedo a encontrarte con algún tipo de consecuencia negativa empieza a bloquearte, reflexionar por escrito te ayudará a ordenar pensamientos y a escuchar tus emociones. Pregúntate cuáles serían las ventajas y los inconvenientes de poner límites y de no ponerlos. Imagina los diferentes escenarios, las personas implicadas, etc y escribe todas las respuestas que se te vayan ocurriendo. Si tu mente únicamente estaba concentrándose en las consecuencias negativas, identificar todo lo bueno que se generará al poner límites te dará más fuerza para llevarlo a cabo. Y si decides que el precio va a ser demasiado caro te habrás hecho consciente de los beneficios de no expresarte y estarás en condiciones de buscar otras alternativas (puede ser que convenga resolver previamente otros asuntos o necesites fortalecer tu autoestima o conseguir algún tipo de recurso). (En relación a la gestión de las emociones te vendrá bien lo explicado en: EmocionArte: Cinco formas de relacionartesaludablemente con tus emociones)

4.- Expresar: Una vez que te has hecho consciente de tu límite de bienestar en una situación concreta tienes que hacerte responsable de explicarlo con claridad y firmeza, sin esperar que los demás lo vayan a adivinar, por muy obvio que te parezca. Los otros puede que no perciban, desde su ignorancia, sus valores, sus costumbres o su disfuncionalidad, los límites que a ti te parecen saludables. Si lo que te preocupa es la forma en la que vas a poner el límite o si encontrarás el momento adecuado, recuerda que no hay una fórmula mágica y lo que decidas hacer no tiene que ser perfecto. Vas a llevar a cabo lo que creas adecuado y eso ya es suficiente. A veces lo más útil es una conversación, quizás te convenga escribir un mensaje, iniciar una acción legal, dejar de seguir una rutina, negarte a colaborar, aclarar mejor tu punto de vista, etc… Partiendo de la situación que enfrentes, estudia todas las alternativas posibles tratando de mantenerte siempre en el territorio del respeto y la amabilidad sin que por eso disminuya la claridad, la determinación y si cabe, el sentido del humor como queda expresado en este relato de la tradición espiritual sufí, que posiblemente te robará una sonrisa:

 “Un maestro fue a una casa de baños turcos. Al ver que  iba pobremente vestido los empleados le atendieron con desgana y le proporcionaron  sólo un poco de jabón de mala calidad y una toalla vieja. Sin embargo, para sorpresa de todos, al irse dejó una generosa propina en monedas de oro.  A la semana siguiente el maestro volvió a los baños pero esta vez fue masajeado, perfumado y tratado con la mayor deferencia. Al irse dejó un única moneda de cobre explicando que era la propina correspondiente al día anterior. Luego se despidió sonriente... "

5.- Perseverancia y coherencia: Con frecuencia no basta con poner límities sino que hay que insistir para consolidarlos. Perseverar incluye ser coherente pues se debilitarán esos límites si, por presiones sociales u otros factores, finges lo que no sientes, expresas opiniones contrarias a lo que piensas o sigues bromas que van en contra de tus valores, etc… Además esa coherencia también tiene que verse reflejada en tu modo de tratar a los otros, ofreciéndoles la misma consideración que pides para ti.  Por otra parte, ganarte el respeto de los demás comienza por respetarte a ti mismo alejándote, por ejemplo, de situaciones o hábitos que puedan resultarte lesivos,  no dando excesiva importancia a las opiniones ajenas o no estancándote en aspectos del pasado que no puedes modificar. Es decir, hacerte responsable de tu bienestar físico, mental y emocional.

Como resumen considero que lo importante es escucharte, ser consciente de tu límite de bienestar y responsabilizarte de mantenerlo recordando que “aunque cada cual es único, no estamos aislados pues todos pertenecemos a la vida que nos anuda en una misma red, en la que todo cuenta y encuentra su profundo valor en la combinación con todo lo demás. Siendo lo que eres y estando en tu sitio en el puzle de la vida colaboras a que también los demás puedan ser quienes son y encuentren su lugar. (“Lo que el corazón quiere contemplar”)”.

Gracias por tu atención. Me encantará leer tus comentarios. Abrazos y hasta pronto.


Contenidos relacionados:


Entrelazados en la trama de la vida: Un sencillo ejercicio para descubrir tu red de apoyo.

Nadie triufa solo: Una conmovedora historia de amor fraternal.

¡Vamos a llevarnos bien! Claves para mejorar tus relaciones personales.


Hablarte antes de hablarle: Cómo preparar una conversación delicada.



Coaching online: Si te interesa conocer mi labor profesional como coach personal te invito a visitar La Llamada También puedes escribirme a p.arcay@la-llamada.com y solicitar una sesión informativa y gratuita.
Estaré encantada de atenderte.



"En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.(“Lo que el corazón quiere contemplar”) 

Ahora, a tu alcance, un apoyo para el despertar de tu consciencia: “Lo que el corazón quiere contemplar” Un libro, para  leer y practicar, que expandirá tu poder creador y promoverá la conexión con la inteligencia de tu corazón. 

Puedes leer fragmentos o el libro completo, escucharlo en audio, descargar en ebook, todo gratuitamente aquí.

lunes, 19 de enero de 2015

Sugerencias para fluir sin resistencias en la espiral del cambio

Decía William Shakespeare: “Sabemos lo que somos pero aún no sabemos lo que podemos llegar a ser.” Apoyándome en esta idea, percibo la vida como una experiencia de ampliación de consciencia, que discurre desde lo conocido hasta lo desconocido.  Pienso que todo está en camino jugando a manifestar su máximo potencial en una espiral que empieza en una zona de comodidad, pasa a otra de riesgo, toca el suelo del error y sube por la cuesta del aprendizaje hasta llegar a los parajes de la satisfacción para volver a empezar en un nuevo tramo del bucle.

Nada como observar a un niño queriendo escalar los barrotes de su cuna para reconocer la motivación que suscita el reto de ir más allá de los márgenes establecidos. Desde que naciste has afrontado y superado desafíos, sacando de ti, fuerza, sabiduría y talentos desconocidos. Descubrir, sorprenderte, experimentar y aprender, es decir, cambiar y transformarte forma parte de la apasionante aventura de vivir. Y, aunque quieras pararte al resguardo de tu zona de comodidad la vida vendrá a buscarte con un nuevo reto para recordarte que estás vivo y puedes seguir creciendo.

Me gusta cómo queda expresada esta idea en un antiguo relato oriental en el que se cuenta que “un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones, y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. Pasados unos meses, una de las aves volaba perfectamente pero la otra no se había movido de la rama donde la dejaron el día de su llegada. Entonces el rey decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que la hiciera volar. Para su sorpresa a la mañana siguiente, vio al halcón planeando ágilmente sobre los jardines y pidió que llevaran a su presencia al autor del milagro que resultó ser un anciano campesino. Cuando el monarca le preguntó que magia había utilizado para hacer volar a su halcón, el aldeano, algo intimidado, le explicó que simplemente le había cortado la rama sobre la que estaba apoyado.”

Sí, a veces la vida te empuja a un precicpio y tienes que aprender a planear en la caída. Ese frío vértigo te ayuda a descubrir que puedes volar. Pero también puedes aceptar de antemano que la vida es continua mudanza y transformación y prepararte para fluir sin resistencia en ese movimiento. Admiro el elegante desapego de las hojas en otoño. Regalan al paisaje sus más bellos tonos mientras se preparan para soltar sus ramas y dejarse llevar por el viento.

Por si te puede ser útil, hoy quiero compartir contigo algunas sugerencias para disfrutar más y aprovechar mejor las posibilidades que te ofrece cada zona de la espiral del cambio:

Zona de comodidad: Espacio en el que te encuentras seguro y protegido. Aquí habitan las rutinas, las costumbres, los hábitos, las certezas, lo que sabes, lo que haces bien y las aptitudes conocidas.
Sugerencias:
Confía en lo que puedes llegar a ser pero primero aprecia y acepta lo que ya estás siendo.
Reconoce tus recursos, pon en juego tus habilidades y disfruta compartiendo. 
Revisa tus rutinas para descubrir cuales te apoyan y cuales te frenan.
Date permiso para avanzar de la mano de la intuición.
Encuentra tiempo para escucharte, descubre los sueños que te llaman desde tu corazón y prepárate para responder a esa llamada.
Mantén viva tu curiosidad. Si te estancas en un continuo “ya sé” anestesias esa curiosidad.  La posibilidad de aprender se inicia con la expresión “no sé”. Surgen más ganas de vivir cuando quedan muchas preguntas por responder que cuando crees tener todas las respuestas.
Cultiva tu capacidad de asombro. Aunque todo parezca igual, a cada instante todo es diferente y, así visto, el presente resulta apasionante.
Si quieres estar realmente preparado, planifica lo necesario  y además, dispón tu ánimo para improvisar. (Más información útil para esta fase: “Cambiar el paso a la rutina” y ¿Tienes claro tu objetivo?”)
         
En un momento u otro, llevado por la curiosidad, por tus sueños, por la insatisfacción o por la necesidad traspasarás los límites de lo conocido comprendiendo que tu franja de confort no es todo el universo y que más allá de esa zona de comodidad están tus oportunidades para crecer. Estarás a punto de entrar en zona de riesgo.

Zona de riesgo: Es un espacio en el que te pones en guardia, se agudiza tu atención y se alertan todos tus sentidos. Aparece la incertidumbre, la inseguridad y las cautelas o resistencias pues sabes que estás en un territorio desconocido y puedes tropezar.
Sugerencias:
Mántén un enfoque y un diálogo interior positivo y opta por percibir retos en vez de problemas.
Ten presentes tus ideales, tus valores y el sentido de tu caminar.
Recuerda otros momentos de tu vida en los que te atreviste a ir más allá de tus posibilidades y creciste con la experiencia.
Toma consciencia de tu contexto de apoyo.

Acepta la incertidumbre y dedica tiempo a aprender a gestionarla. Al caminar das un paso en el vacío mientras que con el otro te afirmas más. Solo así puedes avanzar. También en la vida para evolucionar, es necesario integrar momentos de inestabilidad. No hay camino que te lleve al control total pero si te atreves a recorrer el sendero de la incertidumbre descubrirás nuevas oportunidades.
No asocies riesgo únicamente con miedo sino también con valor para afrontar los desafíos. Analiza bien los posibles peligros pero procura pasar pronto de la preocupación a la ocupación.
Aférrate con disciplina a un buen plan de acción. No basta con creer que hay una salida y tampoco es suficiente verla. Lo importante es dar los pasos que te lleven hasta ella.
Más allá de tu apariencia y logros actuales confía en que en tu naturaleza están los recursos necesarios para desarrollar todo tu potencial. (Más información útil para esta fase: “Cinco pasos para una buena gestión emocional” y “Cómo hacer de tu autodiálogo,tu aliado”)

Pero por más que realices bien tu labor en algún momento tropezarás con la piedra de alguna ignorancia y caerás de bruces en la zona de error, antesala de la zona de aprendizaje.

Zona de error y aprendizaje: La zona de error es un espacio que se extiende en relación a tu capacidad de aprender de él. Es decir que empieza siendo el territorio del error hasta convertirse en el territorio del aprendizaje. En esta zona aparecen el cansancio y la frustración pero también la paciencia y la perseverancia.
Sugerencias:
Date tiempo, intentarlo muchas veces y de varias maneras forma parte del camino al éxito. Todos cometemos errores, pero solo algunos son capaces de hacer lo que hacíamos de niños: caer, levantarnos, ponernos en pie y vuelta a probar.
Ten en cuenta que el fracaso es una oportunidad para volver a empezar pero aprendiendo qué es lo que hay que hacer diferente para no volver a tropezar.
Ten paciencia. Quizás aun no puedes ver lo que está creciendo.  Recuerda las preciosas flores que brotan tras los deshielos.
No llames error a encontrarte con que las cosas no han salido como esperabas. Analiza las ventajas de la nueva situación y no te dejes aprisionar por los puntos de vista rígidos.
En el desierto de la adversidad, tal como harías con un ser querido, háblate con cariño, recordando que, más allá de logros o decepciones, eres digno de amor.
(Más información útil para esta fase: “Cómo afrontar con éxito los llamados fracasos” y “Cómo afrontar lascríticas serenamente”)

Recuerda que tú no eres un éxito o un fracaso sino una persona que crece imaginando, experimentando y aprendiendo. Tras encontrar un escollo en tu camino, una vez estudiada la experiencia y aprendida la lección, puedes mirar con más fuerza hacia adelante. Ahora estás más preparado. Y entras en la zona de satisfacción.

Zona de satisfacción: Cuando has superado el muro de un nuevo reto, entras en este espacio. Aquí aparecen el sano orgullo y las fuerzas renovadas, la confianza, la motivación y también la adormecedora autocomplacencia. Al llegar a la zona de satisfacción comprendes que estás otra vez en la zona de comodidad pero ahora más ampliada, al haber ensanchado los límites de tu consciencia de ser.
Sugerencias:
Reconocer los logros genera energía para afrontar nuevos retos. Date esa merecida palmada en la espalda. Con mimo y sentimiento.
Agradece todos los apoyos que has recibido por el camino.
Cada vez que logres realizar un logro positivo en tu vida, celébralo. Cada reto superado aumenta tu voluntad y fortaleza interior. Regístralo en tu memoria para poder recordarlo cuando estés desanimado.
Comparte los nuevos conocimientos colaborando en la realización de los sueños de los demás.
Persevera poniendo en práctica, hasta convertirlo en nuevos hábitos, todo lo que has aprendido.
Aprovechando este aumento de tu confianza manten tu mente abierta a nuevos puntos de vista. Cultiva la empatía para descubrir otras formas de sentir y entrena tu creatividad.
En la zona de comodidad inspiramos seguridad, en la zona de riesgo buscamos el progreso, en la zona de error generamos aprendizaje y en la zona de satisfacción obtenemos la recompensa necesaria para motivarnos y seguir avanzando en la espiral del cambio.
(Más información útil para esta fase: “¿Qué es lo que vas a celebrar hoy?” y “Entrelazados en la trama de lavida”)

Nunca acabas de aprender si lo que quieres es aprender a vivir.  Haz como hace la vida, sea lo que sea que suceda, sigue adelante. Al encuentro de los cauces que te permitan seguir siendo. Agradeciendo el camino que te lleva, el sueño que te eleva y el alma que te anima. Y recordando siempre que para apreciar la belleza de la vida hay que vivir instantes de todos los colores. Vivir es un movimiento creativo. Con su punto de misterio, de cambio, de soñados horizontes y de límites a transcender. ¡Emocionante aventura! Me gusta como lo expresa Hermann Hesse en su poema "Escalores":

"Así como toda flor se enmustia y toda juventud cede a la edad,
así también florecen sucesivos los peldaños de la vida;
a su tiempo surge toda sabiduría, toda virtud,
mas no les es dado durar eternamente.
Es menester que el corazón, en cada llamado,
esté pronto al adiós y a comenzar de nuevo,
esté dispuesto a darse, animado y sin pudores,
a nuevos y distintos desafíos.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo
que nos protege y nos ayuda a vivir.
Debemos ir serenos y alegres por la Tierra,
atravesar espacio tras espacio
sin aferrarnos a ninguno, cual si fuera una patria;
el espíritu universal no quiere encadenarnos:
quiere que nos elevemos, que nos ensanchemos
escalón tras escalón. Apenas hemos ganado intimidad
en un morada y en un ambiente, ya todo empieza a languidecer:
sólo quien está pronto a partir y peregrinar
podrá eludir la parálisis que causa la costumbre.
Aun la hora de la muerte acaso nos coloque
frente a nuevos espacios que debamos andar:
las llamadas de la vida no acabarán jamás para nosotros...

¡Ea, pues, corazón, arriba! ¡Despídete, estás curado!"

Grcias por tu atención. Me encantará leer tus comentarios. Abrazos y hasta pronto.

Contenidos relacionados:



Cómo despertar a tu yo alentador: Diez pasos para quererte más y mejor.

Amplia tus mapas mentales: Tres propuestas para ir más allá de los caminos establecidos.


Reciclarte: Siete pasos para favorecer cambios positivos en tu vida.




Coaching online: Si te interesa conocer mi labor profesional como coach personal te invito a visitar La Llamada También puedes escribirme a p.arcay@la-llamada.com y solicitar una sesión informativa y gratuita.
Estaré encantada de atenderte.



"En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.(“Lo que el corazón quiere contemplar”) 

Ahora, a tu alcance, un apoyo para el despertar de tu consciencia: “Lo que el corazón quiere contemplar” Un libro, para  leer y practicar, que expandirá tu poder creador y promoverá la conexión con la inteligencia de tu corazón. 

Puedes leer fragmentos o el libro completo, escucharlo en audio, descargar en ebook, todo gratuitamente aquí.

martes, 6 de enero de 2015

Reciclándote: Siete pasos para favorecer cambios positivos en tu vida

El calendario marca un nuevo año. El ambiente suena a comienzo y renovación. Se respiran aires de cambio y todo invita a volver a empezar y a hacerlo de forma diferente. Por mi parte te propongo que hagas una pausa, cierres los ojos y, con honestidad, observes tu vida y te preguntes si la persona que estás siendo es la persona que quieres ser y si tu camino te ayuda a sentirte pleno y feliz. Si no es así, puede ser un buen momento para reciclarte y encontrar más y mejores vías de realización personal.

Reciclarte, a diferencia de empezar de cero, supone confiar en tu valor, en tus recursos, en tu capacidad de transformación y en tu poder creador. E implica confianza en la posibilidad de encontrar nuevos caminos que favorezcan el despliegue de todo tu potencial. A la vez, requiere tomar consciencia de aquellos aspectos en los que te sientes estancado, de los temas abiertos que bloquean tu avance, de las áreas en las que te sientes insatisfecho, cansado o apático y de los sueños que reclaman  tu atención. También conlleva pararte, observar, reflexionar y hacer los ajustes necesarios para comenzar desde otras perspectivas y con renovadas fuerzas. Reciclarte implica aunar actitudes y herramientas que te ayuden a optimizar el viaje que te lleva desde tu ser hasta tu ser más expandido.  

Por si crees que es tu momento de reciclarte, hoy quiero compartir contigo un ejercicio en siete pasos que puede ayudarte en ese proceso:

Primer paso: Recuerda a dónde quieres llegar. Repasa todas las áreas de tu vida y haz una lista de tus objetivos. Para realizar esta tarea te ayudará lo propuesto en los artículos: “¿Tienes claro tuobjetivo?” y “Vivir, amar, aprender y contribuir”.

Segundo paso: ¿Con qué cuentas para este viaje? Se trata de descubrir lo que tienes y te resulta valioso, tal como es, para alcanzar tus metas. Se trata también de sentir agradecimiento por todo ello. Es un paso importante en el proceso de reciclaje pues te ayuda a recordar que cuentas con una base donde apoyarte. ¿Dónde estás respecto a dónde quieres estar? ¿Cuáles de tus cualidades te pueden ser útiles para lograr tus propósitos? ¿Algunos de tus hábitos te resultarán especialmente beneficiosos?  ¿En cuáles de tus creencias o puntos de vista puedes apoyarte más? ¿Qué recursos materiales tienes a tu alcance? ¿Con qué formación, aprendizajes y experiencia cuentas? ¿Qué contactos, amistades o seres queridos te pueden apoyar? Te sugiero, además, revisar el artículo: “Lo que tienes aunque creas que ya nada te queda”.

Tercer paso: Descubre lo que te ha sido útil en el pasado pero ahora es necesario transformar para que no te frene en tu camino. Agradécelo y luego lleva a cabo los cambios necesarios. ¿Te ayudaría organizar mejor tu hogar, tu mesa de trabajo, tu economía o tu agenda? ¿Sería útil poner mejores límites en algunas relaciones? ¿Qué pensamientos o creencias necesitas transformar positivamente? ¿Estás estancado en algún rencor? ¿Hay alguna emoción que todavía no sabes cómo gestionar? ¿Qué cambios concretos consideras urgente realizar para lograr tus metaa? Para más información en esta fase te recomiendo leer: “Cinco formas derelacionarte saludablemente con tus emociones” y  “Cómo dar más vida a tu tiempo y ganar más tiempo para tu vida

Cuarto paso: Detecta todo aquello que quieres cerrar o soltar. Agradece lo que te ha aportado hasta ahora y déjalo ir. El objetivo es simplificar para avanzar a paso más ligero hacia el horizonte de tus sueñños, concentrar tu atención e invertir mejor tu energía. Repasa tus objetivos y encuentra lo que puede estar obstaculizando el avance en cada uno de ellos. ¿Siques rutinas que te resultan nocivas? ¿Acumulas ropa u objetos que te restan espacio y energía? ¿Asumes más responsabilidades de las que puedes atender? ¿Te aferras a creencias limitadoras? ¿Mantienes relaciones personales que no deseas? Encontrarás muchas ideas sobre este paso en: “Acabar, reparar o soltar”, “Cómo manejar más eficazmentetu capacidad de atención”.

Quinto paso: Contempla todo lo que no puedes cambiar ni soltar y busca nuevas formas de afrontarlo.  Se trata de poder llegar a vivir estas situaciones con serenidad y sin que te desvíen de tus objetivos. ¿Tu edad te parece un obstáculo insalvable? ¿Te resulta difícil afrontar alguna limitación personal o de tus seres queridos? ¿No soportas a tu jefe pero te encanta tu trabajo? ¿Tienes que lidiar con deudas o consecuencias de acciones del pasado que ya no puedes cambiar? ¿Estás tratando de asumir alguna pérdida? Te irá bien repasar los artículos: “Claves para hacer de tuautodiálogo, un aliado”, “Cómo desarrollar tu yo alentador” y “Cómo transformarpositivamente tu atmósfera emocional”.

Sexto paso: Concreta todo lo nuevo que quieres introducir en tu vida. Al soltar lo que no necesitas has dejado espacio para lo nuevo. ¿Qué actividades pueden ayudarte a avanzar hacia tus propósitos? ¿Necesitas alguna formación? ¿Quieres experimentar con nuevos enfoques y actitudes? ¿Te puede convenir introducir algún hábito alternativo? ¿Quieres moverte en distintos ambientes sociales? ¿Qué vas a hacer diferente? Para ampliar este tema puedes leer: “Cambiando el paso a larutina”.

Séptimo paso: Crea un buen plan de acción y empieza a llevarlo a cabo. Ahora ya tienes toda la información sobre lo que quieres soltar, lo que deseas atraer, lo que decides transformar, lo que necesitas afrontar de forma diferente y lo que te sigue resultando útil tal como está. Es el momento de pasar a la acción. Para hacerlo te propongo seguir las pautas propuestas en: “¡Manos a la obra!” y para mantenerte con perseverancia en tu camino te animo a practicar lo expuesto en: “¿Estás a la altura de tus sueños?” y “Superación personal: Un juego en el quecuando pierdes, ganas”.

Reciclarte es darte permiso para aprender y para pensar, sentir y experimentar de formas diferentes. Empiezas por observar con atención ell presente y aceptar lo que ves. Después puedes hacer lo mejor que seas capaz de imaginar con la vida que tienes entre manos. Es cuestión de abrir de par en par las ventanas de tu percepción y dejarte tocar por la brisa del cambio que siempre está ahí, formando parte del vivir. Desde esta perspectiva, para finalizar la propuesta de hoy te animo a practicar la visualización titulada: “Abre tu ventana, tu mente y tu corazón” para respirar hondo el aire limpio de la transformación y tonificar tu ánimo:


Gracias por tu atención. Me encantará leer tus comentarios. Abrazos y ¡Feliz 2015!


Contenidos relacionados:


Otras formas de mirar, otras cosas que ver: Abriéndote a nuevas formas de percibir tu experiencia vital.

Cómo ampliar tus mapas mentales: Cómo aventurarte más allá de los caminos establecidos.

¿Victima o protagonista? Nueve claves para mantener un consciente liderazgo de tu vida.

En clave de oportunidad: Un ejercicio en cinco pasos para aprender a aprovechar mejor tus posibilidades.


Coaching online: Si te interesa conocer mi labor profesional como coach personal te invito a visitar La Llamada También puedes escribirme a p.arcay@la-llamada.com y solicitar una sesión informativa y gratuita.
Estaré encantada de atenderte.



"En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.(“Lo que el corazón quiere contemplar”) 

Ahora, a tu alcance, un apoyo para el despertar de tu consciencia: “Lo que el corazón quiere contemplar” Un libro, para  leer y practicar, que expandirá tu poder creador y promoverá la conexión con la inteligencia de tu corazón. 

Puedes leer fragmentos o el libro completo, escucharlo en audio, descargar en ebook, todo gratuitamente aquí.