jueves, 24 de marzo de 2016

Quince pausas para la autoayuda

Cuando era niña muchos de mis juguetes funcionaban dándoles cuerda. No era un asunto fácil para mis manos infantiles pero ahora recuerdo esos momentos como si estuvieran envueltos en un halo de magia. Te dabas cuenta que el juguete se había parado, lo cogías en tus manos, hacías la presión adecuada en la llave, la girabas no más de las vueltas necesarias para no forzar el tope y al volver a poner el juguete en el suelo volvía a moverse con renovada energía. Paradójicamente eran paradas necesarias para poder continuar.

Si repasas las pequeñas acciones del día quizás observes que haces paréntesis para peinarte, para lavarte las manos, para beber agua, para estirar las piernas o para muchas otras rutinas encaminadas a tu bienestar. Si practicas alguna fe religiosa probablemente haces pausas para la oración. Si mantienes una relación sentimental es fácil que te tomes unos minutos para enviar mensajes cariñosos. Y si eres aficionado al baloncesto estarás familiarizado con los tiempos que piden los entrenadores para hacer cambios o reorganizarse en una nueva estrategia de juego. En todos los casos se trata de abrir un espacio para poner atención en aquello que es importante y cuidarlo como se merece. Cómo decía Benedetti en su poema Tiempo sin tiempo: “preciso tiempo para darme cuenta y para darme cuerda”.

Siguiendo esta metáfora y basándome en lo que en mi libro (“Lo que elcorazón quiere contemplar”) denomino “el plan multicolor”, hoy comparto contigo quince sugerencias  que pueden serte útiles para darte ánimo, apoyo, reconocimiento, promover tu entusiasmo, centrarte y algunas otros asuntos que dejo integrados en el concepto “pausas para la autoayuda”. Momentos que promoverán en tu ánimo, equilibrio, motivación, paz y alegría de vivir. Mi propuesta es que comiences eligiendo las que más te gusten y las pongas en práctica para comprobar su resultado.  En algunas de estas pausas te recomiendo usar frases concretas pero considera que, manteniendo la misma intención,  puedes poner las palabras que vayan más acorde con tu forma de expresarte y el ejercicio será igual o aún más efectivo:

1.- Pausa para el reconocimiento:
Al comenzar el día y cada vez que te mires en un espero, contempla el brillo de tus ojos y, mientras lo haces, repite en silencio, con respetuoso reconocimiento, la siguiente declaración: “Honro tu presencia, pues perteneces a la vida y, con tu singular aportación, colaboras en su infinita expansión.”

2.- Pausa para confiar:
Cuando observes que estás sintiendo alguna dificultad para fluir con alegría de ser y determinación, ponte la mano en el pecho y posa tu atención en la zona del corazón. Siente el interior de esa área de tu cuerpo mientras realizas unas cuantas respiraciones profundas y tranquilas. ¿Qué sensaciones tienes? ¿Qué color, forma, sabor, tienen los sentimientos que experimentas? ¿Sientes esa zona cerrada, abierta, pesada, vacía, ligera, dolida, o…? No hay respuestas correctas. Se trata de tu propia experiencia. Permanece un rato con las sensaciones que te van viniendo y observa sus cambios. Puedes acabar el ejercicio recitando la siguiente afirmación: “Confío en la inteligencia de mi corazón donde encuentro conocimiento y efectiva disposición para, aquí y ahora, vibrar en sintonía con todo lo que es y encontrar creativos cauces de acción desde la paz y la libertad de ser.”  

3.- Pausa para agradecer: 
Busca un rato cada día para tomar nota de, al menos, media docena de recursos, personas, situaciones, cualidades o aspectos de tu experiencia que en alguna forma te ayudan a avanzar en tu camino y disfrutar de esa vivencia. Agradece cada uno de esos elementos y hónralos, en tu corazón, con un sentimiento de apreciación.

4.- Pausa para abrazar el presente:
Procúrate una pausa para honra tu existencia y apreciar el camino que te lleva, el sueño que te eleva y el alma que te anima. Para mejorar necesitas empezar por aceptar lo que es, aquí y ahora. Cierra los ojos e imagina que abrazas a tu niño interior, guardián de todos los sueños que alberga tu corazón. Dile a ese niño que es posible, que sois capaces y que merecéis que vuestros sueños se hagan realidad. Imagínate que lo abrazas confiando en que la vida que sois, os guiará. Y dile también que cuentas con su inocencia y su alegría para disfrutar de cada paso en este viaje.

5.- Pausa para sentir:
De vez en cuando, a lo largo del día, vete a un lugar tranquilo, siéntate, cierra los ojos y concéntrate en el ritmo de tu respiración durante un rato. Luego pregúntate: ¿Qué estoy sintiendo, cómo lo siento, en qué parte del cuerpo noto esta emoción? Observa si notas algún tipo de tensión y lleva allí tu atención mientras respiras pausadamente. Permanece así, aceptando las sensaciones, pensamientos y emociones que se vayan presentando. Acepta sentir sin evaluar, simplemente estando presente en la experiencia. Para finalizar, abre los ojos y, si te es posible, completa la frase: “Siento … cuando …. y me gustaría…”

6.- Pausa para meditar:
En este video se explica con sencillez y claridad, como meditar en un minuto. Los beneficios de esta práctica te durarán mucho más.



7.- Pausa para el humor:
Se trata de quitar hierro a una situación que reconocer no tener importancia pero, sin embargo, la estás viviendo con tensión. En esta pausa, con ternura, vas a reírte de ti mismo por estar haciendo una tragedia, de un pequeño contratiempo.  A veces, tener como “llave maestra”, una palabra dicha en un tono especialmente gracioso o un gesto cómico, puede ser una herramienta estupenda para disolver tensiones y poner flexibilidad ante actitudes rígidas. Quizás te puede servir un “ya te vale” unido a una respiración profunda. Después, haz lo que tengas que hacer, pero empieza buscando, en la circunstancia que afrontes, algún motivo de celebración y, por pequeño que sea, siente gratitud. Luego, disponte a vivir esa situación con alegría de ser, afrontándola, en la medida que te sea posible, con ternura, sencillez y sentido del humor. Abraza esa experiencia con todo el amor que logres sentir y siéntete en paz por haber puesto en este momento tu mejor voluntad.

8.- Pausa para compartir:
Como reconstituyente para el ánimo, cuando te encuentres vacío o creas que ya nada te queda, recuerda preguntarte: ¿qué es lo que yo puedo dar? Y organízate para entregar aquello que aparezca como respuesta. Puedes compartir lo que ya eres, lo que sabes, lo que sientes y lo que tienes. Puedes empezar por sonreir.

9.- Pausa para soñar despierto:
Tómate unos minutos para reafirmar tu apoyo a los sueños del alma latiendo en tu corazón. De tu lista de deseos, proyectos y esperanza, elige uno e imagínatelo felizmente realizado. Cuando tengas bien clara esa visión, afirma con convicción: “Esto es lo que quiere contemplar mi corazón”. Visualízate protagonizando ese sueño mientras cruzas tus manos sobre tu corazón. Haz ese gesto con la profunda intención de anclar en tu conciencia ese sentimiento de realización y repítelo cada vez que quieras promover tal frecuencia de vibración.

10.- Pausa para sentir la abundancia:
A lo largo de la jornada, cada vez que cambies de actividad, cierra los ojos y recita con convicción: “Soy parte de la vida y, aquí y ahora, tomo conciencia de su abundancia y su poder creador.” Luego mira a tu alrededor y toma conciencia de, al menos, un recurso que forme parte de tu vida y haya venido naturalmente y en abundancia. Puedes empezar reconociendo el valor del aire que respiras o del sol que te ilumina.

11.- Pausa para inspirarte:
Un rato para elevar tu ánimo recordando tus ideales, tus valores y el sentido de tu caminar. Igualmente puede ser un buen momento para realizar una frase, un poema, escuchar una canción o contemplar una imagen que alimente tu espíritu. Como ejemplo, el poema de Mario Benedetti que me ha inspirado este post:

“Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta
tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo
tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj
vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.”
12.- Pausa para saludar:
Cierra los ojos y busca en tu memoria una persona querida a la que quieras desearle lo mejor. Imagina que la abrazas mientras que en el silencio de tu corazón, le dices: “¡Que en mi sueño feliz, tu sueño feliz encuentre culminación!”. Luego sonríe confiando en que, compartiendo o no caminos, vuestro afecto os mantendrá unidos.

13.- Pausa para poner más atención.
En cualquier momento, haciéndote consciente de tu respiración, pasea la mirada detenidamente a tu alrededor con el objetivo de descubrir detalles que hasta ahora te habían pasado inadvertidos. Párate en lo que llame más tu atención y observalo con detenimiento. Luego mira a otro zona u otro objeto. Cuando veas que tu atención queda enganchada en tu diálogo interior vuelve a comenzar hasta que vayas descubriendo matices en los que antes nunca te habías fijado.

14.- Pausa para revisar:
Cada anochecer procúrate un tiempo de tranquilidad para repasar las experiencias del día. Disponte a reconocer y apreciar todo lo recibido, y también a valorar honestamente tu contribución. Las siguientes preguntas te pueden resultar útiles en esa recopilación: “¿Qué has aprendido? ¿Qué has compartido? ¿Se han encaminado tus acciones en la dirección de tus sueños? ¿Has apoyado los sueños de los demás? ¿Te has permitido ser con más libertad? ¿Te has sentido útil? ¿Qué aspectos de tu experiencia has honrado hoy? ¿Has expresado agradecimiento? ¿A quien has cuidado? ¿Te has reído? ¿En qué formas has expresado afecto? ¿Has compartido respeto y reconocimiento?

15.- Pausa para soñar dormido:
Procura que, antes de quedarte dormido, tu mente se concentre en alguna visión que te inspire paz y esperanza. Quizás te gusta este pensamiento: “Igual que el firmamento abarca a todas las estrellas y éstas, expandiendo su luz, iluminan la bóveda celeste, también a todas las criaturas, en una red de luz, un principio de amor sustenta hasta que ellas mismas se transformaban en manantial de amor y más red de luminosa vida crean.” Déjate llevar por el sueño confiando en que, en los matices de tu particular luz, la infinita y creativa inteligencia de la vida que eres está sincronizando todos los acontecimientos que han de suceder en ese proceso, para que tu estrella brille en todo su potencial.

Gracias por tu atención. Estaré encanta de leer tus comentarios. Abrazos y hasta pronto.

Pepa Arcay
Coach Personal



Contenidos relacionados:


Momentos felices: Aprende a reconocerlos y atesorarlos.

Valora el presente: Lo que tienes entre manos, aquí y ahora, es tu oportunidad.

Pausa, silencio y vacío: Tres pilares del bienestar. Hazles sitio en tu vida.

Cómo desarrollar mejor tucapacidad de atención: Pues crecerá todo aquello en lo que te concentres.


Cómo desarrollar tu yoalentador: Aprende a animarte cuando más lo necesites.


Además...

Coaching online: Si te interesa conocer mi labor profesional como coach personal te invito a visitar La Llamada También puedes escribirme a p.arcay@la-llamada.com y solicitar una sesión informativa y gratuita.
Estaré encantada de atenderte.

Y también ...



"En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.(“Lo que el corazón quiere contemplar”) 

Ahora, a tu alcance, un apoyo para el despertar de tu consciencia: “Lo que el corazón quiere contemplar” Un libro, para  leer y practicar, que expandirá tu poder creador y promoverá la conexión con la inteligencia de tu corazón. 

Puedes leer fragmentos o el libro completo, escucharlo en audio, descargar en ebook, todo gratuitamente aquí.

domingo, 13 de marzo de 2016

Todo está en camino: Apuntes a pie de ruta

En un sentido amplio, considero que viajar es la respuesta al deseo de extender el propio horizonte. Desde esta perspectiva, entiendo que la vida es una gran viajera y por eso, todo lo que ella abarca, incluido el ser humano, está siempre en camino.  Cada cual anda sus pasos y, entre todos, hacemos avanzar la vida.

Cuando miro a mi alrededor veo aventureros de todo tipo y condición. Los contemplo diciendo adiós, compartiendo mapas, tomando atajos, embarcándose y embarrancándose. Y mientras los observo yo misma avanzo, me paro, consulto el rumbo o, en algún recodo, me desoriento. 

Sonrío al recordar unos versos de Gloria Fuertes, describiendo estas prisas de viajeros….

“La tierra como león enjaulado
da vueltas alrededor del Sol
con su cadena de hombres.
Desde que hemos nacido viajamos
a ciento doce mil kilómetros por hora;
la Tierra no se para,
y sigue dando vueltas,
por eso hay tanto viento
por eso hay olas
por eso envejecemos tan deprisa,
por eso estamos locos,
porque toda la vida haciendo un viaje sin llegada
cansa mucho los nervios.”

Creo que todos somos exploradores pisando suelos de selvas vírgenes, junglas urbanas o cuevas del paisaje interior. Recorremos rutas físicas, mentales, emocionales y espirituales y, como somos humanos, lo hacemos poniéndole tripas, alma y corazón, además de algo de lógica razón. Así vamos de un sentimiento a otro, de una debilidad a una fortaleza, de un sueño a un logro, de una frustración a una esperanza, dejándonos por el camino la piel a cambio de experiencia.

En mi libro “Lo que el corazón quiere contemplar” describo, utilizando un lenguaje metafórico, mi propio viaje interior.  “Ver lo que el corazón quiere contemplar tiene relación con permitirte ser y con ampliar la conciencia de esa vida en expansión.”  Un movimiento que tiene continuación en mi labor como coach personal, acompañando a otras personas en algunos tramos críticos de sus propias andaduras. Apoyándome en estas experiencias, por si te pueden ser útiles en tu propio periplo vital,  hoy comparto contigo algunos apuntes "a pie de ruta":

Entre puertos y horizontes:
En el viaje de la vida siempre vas a contar con horizontes que te llaman y puertos que te esperan. El deseo de ir más allá, a cualquier nivel, aparece aún cuando te sientas muy cómodo y asentado. Aunque quieras pararte al resguarde de tu zona de comodidad la vida vendrá a buscarte con un desafío para recordarte que estás vivo y puedes seguir creciendo. Si por apego a lo de siempre reprimes tu deseo de ir más allá, corres el riesgo de estar cerrando el paso a tus mejores oportunidade. Pues sin la posibilidad de superarte  frente a nuevos retos no llegarás a descubrir tu escondido potencial. Se trata de in encontrando un equilibrio entre la aceptación del presente, la comprensión de la natural dinámicadel cambio y el agradecimiento por estar vivo. “Para avanzar por la vida tendrás que tener en cuenta la tierra que pisas, pero también el sol que te ilumina, el aire que respiras y las estrellas que en la noche te orientan. Pero sobre todo tendrás que escuchar tu corazón. De su mano, podrás reconocer y agradecer el camino que te lleva, el sueño que te eleva y el alma que te anima.” (“Lo que el corazón quiere contemplar”)

Haciendo el equipaje:
No dejes que el peso de lo innecesario ralentice tu avance. Ni que los cabos sueltos de la vida te aten a tu pasado. Repara, acaba o suelta los asuntos pendientes antes de empezar a transitar por una nueva ruta. Asegúrate de contar con mapas mentales que incluyan coordenadas de inocencia, curiosidad y asombro. Sea cual sea tu meta, para alcanzarla, tendrás que pisar firme en el terreno de tu realidad. Prepárate calzando tu paso con entusiasmo, amor y plena atención. Haz acopio de confianza y esperanza pues sin ellas no llegarás muy lejos. Y no olvides incluir en tu mochila una buena actitud con la que vestirte cada jornada.

Los primeros pasos:
Hay que salir a navegar para comprobar las cualidades del barco y del capitán.
Para aprender necesitas ir con la mochila repleta de curiosidad desde el llano territorio del ya lo sé hasta el empinado risco del no lo sé. Pero si lo que te pone en camino es profunda motivación que viene del corazón, despertrá tus talentos, convocará a tus valores y definirá tu propósito vital. Para empezar no necesitas saberlo todo pues hay cosas que solo podrás aprender en la experiencia. Define bien tu objetivo y elabora un plan de acción ajustado a tus necesidades. Pero recuerda que estás entrando en un terrirorio desconocido donde los límites y las reglas son nuevos, así que además de planificar, prepara tu ánimo para aceptar lo imprevisto. Sea cual sea tu objetivo, analiza previamentecuantos caminos tienes para alcanzarlos. Y abre bien los ojos pues cuando un viajero da su primer paso con determinación se pone en disposición de recibir ayudas inesperadas.  “Aprende a percibir señales de sincronicidad. Es un juego divertido que consiste en observar si, a tu alrededor, algo parece moverse con tu mismo secreto compás. Es la manifestación de que tu corazón ya está siendo centro de atracción para todo aquello afín a tu misión y que, aún sin saberlo, comparte tu visión. Si descubres tales signos acéptalos como una oportunidad para ver más allá de las probabilidades establecidas y disfrútalos, confiando en que hay variables invisibles que están apoyando tu misma intención.” (“Lo que elcorazón quiere contemplar”)

Ante tropiezos y obstáculos:
El optimismo es compatible con el realismo. Ante los negros nubarrones recuerda que pasarán y volverá a salir el sol pero, de momento, no olvides el paraguas. Si te topas con los mismos obstáculos una y otra vez, quizás es que, como una foto fija, mantienes una visión caduca de la realidad. Abre los ojos al momento presente y amplía tu perspectiva. Tendrás que desplegar las velas de tus sueños y aprovechar los vientos favorables pero, en la calma, necesitarás el motor de la paciencia. No creas que solo cuentas con los recursos desarrollados hasta ahora. ¡Nadie conoce el límite del potencial humano! ¡Puedes superarte!Las dificultades suelen llegar mezcladas con las oportunidades. Si afrontas unas descubres las otras.  “Por pertenecer a la vida podrás contar, en todo momento, con la fuerza de tu espíritu. Es una cualidad que si confiamos en ella todos podemos manifestar. Y consiste en saber encontrar algo que dar cuando parece que ya nada nos queda; y, dándolo, encontrar una puerta de salida al drama y a la adversidad. Suele ser hermosa la manera en que toma forma y presencia este poder, pues todo empieza con una pequeña decisión, un primer paso, algo sencillo pero que finalmente resulta ser la entrada a la alegría de vivir, porque la propia vida ha encontrado su rumbo verdadero. En esos momentos también podemos aprender que, para comprender la vida, primero hay que amarla. Y que hay que creer para ver, pues con fe los ojos nos mostrarán lo que nuestro corazón quiere contemplar.” (“Lo que el corazón quiere contemplar”)

En momentos de desorientación:
No importa que aún no veas el final del sendero.Lo importante es que veas suficiente tramo para dar un paso más  Y que lo des. Si te has perdido a ti mismo por el camino no habrá éxito que calme tu profundo desasosiego. Vuelve a tu encuentro por la senda del silencio y la escucha compasiva. En el mar de las dudas, la propia escala de valores, cual baliza sujeta al fondo del alma, te servirá de señal orientadora. Estés donde estés, invoca el amor que eres y déjate guiar. Te llevará a casa.  Aunque a veces, perderte, puede convertirse en la mejor motivación para abrir un nuevo camino. “Además te sugiero un estribillo para repetirlo cuando el camino presente giros arriesgados, confusas bifurcaciones, abismos o pendientes: Si me pierdo, recordaré que mi rumbo está escrito en mi corazón. Y que aún en el sueño del olvido, todo a coro cantará a mi oído la canción de mi alma, la que aprendí de niño, la que canta el sueño que aún no se ha cumplido. Y cantarán así, hasta cantar conmigo en un común despertar agradecido.” (“Lo que el corazón quiere contemplar”)


Encuentros con otros viajeros:
Por mucho que viajes si no logras ir más allá de tus puntos de vista, tus horizontes seguirán siendo limitados. De poco sirve recorrer el mundo si no acortas las distancias que van de corazón a corazón Agradece la senda que otros han marcado y date permiso para ir más allá. Abre tu propio tramo del camino que quizás a otros ayudará. “Además de los senderos que recorras dentro de tus zapatos, la vida te ofrecerá la posibilidad de descubrir espacios que únicamente podrás transitar de la mano de unos cuantos sentimientos. Para embarcarse en ese tipo de aventura hay que ponerse de acuerdo para obtener un billete compartido. De ahí que sea necesaria la compañía de otro; aunque, al adquirir ese billete y emprender juntos el periplo, sucede, en algunas benditas ocasiones, que uno no sabe si el impulso del propio paso viene de tu corazón, del corazón del compañero o del mismo latir de la vida que se ha quedado enredada en tan prometedora aventura. No es que sea un solo caminar, pero es sentirse unido en un único aliento, en busca de un común sentimiento.” (“Lo que el corazón quiere contemplar”)

Un alto en el camino:
¿Te gusta la persona en la que te estás convirtiendo al intentar alcanzar tus metas? De vez en cuando resulta saludable hacer un alto en el camino, observar el tramo recorrido y reconocer lo aprendido. Hay un tiempo para entrar en acción y mojarse en las aguas de la vida. Y un tiempo para contemplar tu transcurrir desde la orilla de la reflexión. 

“Andando, andando;
que quiero oír cada grano
de la arena que voy pisando.
Andando, andando;
dejad atrás los caballos, que yo quiero llegar tardando
-andando, andando-,
¡ qué dulce entrada en mi campo,
noche inmensa que vas bajando!
Andando, andando.
Mi corazón ya es remanso;
ya soy lo que me está esperando
-andando, andando;
¡que quiero ver todo el llanto del camino que estoy cantando!”
(“Andando, andando” Juan Ramón Jiménez)

Disfrutando del paisaje:
A cada paso puedes encontrar insospechada belleza que espera ser descubierta. No te ciegues mirando únicamente el horizonte soñado. Si te aburres comprueba en que parte del camino has perdido la curiosidad y vuelve a recuperarla. Si quieres mantener un buen ánimo, dirige tus pasos por las sendas de la alegría, el esfuerzo y la compasión. “No te preocupes demasiado por las apariencias. Más allá de lo que somos capaces de entender es posible intuir una belleza, una armonía y unos órdenes del amor que hablan de plenitud, paz y alegría. Cuando te desorientes busca esos vislumbres. Confía en que los encontrarás. Te voy a contar algunos que a mí me han maravillado y rescatado siempre: Escucha cantar a un coro; date cuenta de cómo son capaces de hacerse uno con sus voces. Abraza a otro ser humano, si puede ser a un niño; observa cómo eres capaz de entenderle aunque su idioma y su cultura te sean extraños. Párate en un verso; el baile de sus palabras te trasportará a una comprensión más allá de los signos. Contempla un cuadro al óleo, fija tu mirada en una pincelada y dile “existes y te veo”; luego observa el cuadro en su totalidad pero sin perder de vista ese trazo particular. Podrás comprender que cada cosa, por insignificante que parezca, tiene su lugar y su valor. Sólo es necesario adoptar la perspectiva adecuada al contemplarla.” ("Lo que el corazón quiere contemplar")

Un poco de aliento:
Avanzarás con el ánimo, unas veces alto y otras bajo. Solo llega quien, en los dos casos, persevera teniendo en cuenta que, al caminar, das un paso en el vacío, mientras con el otro te afirmas más. Solo así puedes avanzar. También en la vida, para evolucionar, es necesario integrar momentos de inestabilidad. Ten en cuenta que cada paso andado, es un paso menos que te queda por andar y una prueba más de tu fortaleza. Tomarte tiempo para reconocer los logros te generará energía para afrontar nuevos retos. Ese también será un buen momento para preguntarte: ¿Cómo ha quedado el camino tras mi paso? ¿Cuál ha sido mi aportación? ¿Qué he aprendido, que he recogido, que he compartido? Date una merecida palmada en la espalda por tu esfuerzo, sean cuales sean los resultados. Con mimo y sentimiento En el viaje de la vida necesitas alguien que siempre esté a tu lado, que confíe en ti y que sepa motivarte: ¡Tenecesitas! Si estás vivo hay camino. Allí dónde estés, recuerda que tú eres laposibilidad y el ahora tu oportunidad. ¡Cuenta contigo!

Y siempre llega un momento, sea porque se ha llegado a un callejón sin salida o porque tras alcanzar la meta te llama otro horizonte, en que hay que volver a empezar.   Comprendes que lo que parecía ser el final de la historia resulta ser únicamente el final de un capítulo. Y sigues adelante. Al encuentro de los caminos que te permiten seguir siendo. Con audacia y creatividad. Soñar, planificar, empezar, seguir, perseverar, terminar, reconocer, celebrar, compartir y volver a empezar. Cómo música de fondo: Amar. Amar la vida, sus sendas y los pasos que permiten evolucionar.

Gracias por tu atención. Estaré encantada de leer tus comentarios. Abrazos y hasta pronto.

Pepa Arcay
Coach perosnal



Contenidos relacionados:


Caminos, caminatas y caminantes: Cada cual va asu ritmo y es elnecesario para recorrer su propia senda.

Superación personal: Desafiarte a ti mismo tienes la ventaja de que siempre sales ganando.

Carta a tu alma niña: Palabras de aliento para un sueño recién nacido.

Nadie triunfa solo: Una historia de amor fraternal detrás de un famoso óleo.

El valor del ejemplo: Diez claves para ser una persona inspiradora.


Además...

Coaching online: Si te interesa conocer mi labor profesional como coach personal te invito a visitar La Llamada También puedes escribirme a p.arcay@la-llamada.com y solicitar una sesión informativa y gratuita.
Estaré encantada de atenderte.

Y también ...



"En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.(“Lo que el corazón quiere contemplar”) 

Ahora, a tu alcance, un apoyo para el despertar de tu consciencia: “Lo que el corazón quiere contemplar” Un libro, para  leer y practicar, que expandirá tu poder creador y promoverá la conexión con la inteligencia de tu corazón. 

Puedes leer fragmentos o el libro completo, escucharlo en audio, descargar en ebook, todo gratuitamente aquí.